viernes, 31 de diciembre de 2010

Looks Inspiradores: maquillaje gótico recargado.

Aunque Noche Vieja pueda parecer como todas las demás noches, lo cierto es que la gente que sale se arregla de una manera especial. Como Looks Inspiradores para esta semana quería postear fotos de maquillajes para esta noche tan especial, pero unos maquillajes muy elaborados y recargados, para aquel que quiera probar algo diferente o más atrevido que de costumbre. A mí no me gusta el maquillaje excesivamente recargado, pero no voy a negar que de vez en cuando digo "¿y por qué no?", me da por la experimentación, a veces queda bien, otras no. Pero desde luego si no pruebas cosas nuevas, en ambos extremos, desde lo simple a lo más recargado, no sabrás si te gusta.

Espero que pasen un feliz traspaso de año, que el 2011 sea mucho mejor que el anterior, y por supuesto, que se hagan unos maquillajes preciosos ;). ¡Y qué me lo cuenten! Muchas gracias por visitar Madame Macabre y por sus comentarios. Nos vemos el año que viene.



























Tutorial para hacer broches y pasadores de estilo gótico.

Voy a hacer un pequeño tutorial sobre cómo hacer broches y/o pasadores de estilo gótico. Mi inspiración han sido esos preciosos pasadores para el pelo que llevan las geishas japonesas, con una pequeña hilera de flores que quedan colgando.



Estos pasadores-broches son muy fáciles de hacer, y tienen la ventaja de que en cualquier momento puedes transformar el pasador en broche y viceversa.

Lo que necesitamos:
-Un trozo de fieltro negro.
-Un trozo de tela como terciopelo o cualquier otra que sea bonita. Yo lo he escogido en negro, pero puedes utilizarse cualquier otro color.
-Un trozo de tela de encaje, de nuevo, el color que prefieras.
-Cinta fina (como de medio centímetro de ancho y unos 20 de largo) para hacer lazos. De nuevo, el color de tu gusto.
-Cuentas de colores y abalorios como flores o cruces.
-Hilo de nylon.
-Hilo negro.
-Un imperdible grande, si es para el broche. Si es para un pasador, una pinza para el pelo, o bien una o dos orquillas.

Cómo hacer el pasador-broche:
1- Se recorta un círculo de unos 4,5 cm de diámetro en fieltro negro. Luego recortamos un círculo del mismo diámetro en la tela que se haya escogido, y otro más de terciopelo. Como el círculo de fieltro va a ser de "base" para el pasador, no se va a ver, así que no importa que los otros dos círculos de tela queden más grandes.


2-A continuación colocamos los círculos uno sobre otro para coserlos. El fieltro quedará el último, pues es el que queda justo sobre el pelo y hace de base. Los otros dos círculos quedan encima en el orden que se prefiera. Se cose dando una puntada en el centro.

3-En un hilo de nylon de unos doce cm se van introduciendo cuentas, dejando para los extremos los abalorios más llamativos, como una rosa o una cruz. Como yo tengo el pelo oscuro, decidí utilizar cuentas en negro, rosa y rojo para que así destaque más. Es importante hacer buenos nudos en ambos extremos para evitar que la cadena de cuentas se abra y se deshaga. Por otro lado, hacemos un bonito lazo con la cinta.


4-Se cose la cadena de cuentas sobre la tela de manera que quede bien centrada. Puede optarse porque ambos extremos queden a la misma altura o de manera desigual, como he hecho yo.

5-A continuación, se cose el lazo en el pasador, quedando justo encima de donde se ha cosido la cadenita de cuentas.


6-Finalmente, en el reverso se cose la pinza para el pelo, o simplemente se le engancha un imperdible si es para un broche.


La combinaciones de colores, tipos de tela y cuentas son infinitas y pueden crearse montones de pasadores y broches diferentes. En este segundo que hice, un broche en esta ocasión, puse el encaje en segundo lugar para que así se viera la tela de estilo oriental que escogí. Utilicé cuentas rojas y negras y una cruz de metal.

martes, 28 de diciembre de 2010

Mi visita al Cementerio Inglés de Málaga.

Historia del Cementerio Inglés de Málaga y otros datos curiosos.
(Todas las fotos que acompañan el post han sido hechas por mí).

El Cementerio Inglés de Málaga se construyó en 1831, cuando dos años antes las autoridades malagueñas cedieron una parcela al entonces cónsul británico para el entierro de los cristianos no católicos.


La primera persona en ser enterrada fue George Stephens, en 1831, propietario de un bergantín, quien se ahogó en el puerto de la ciudad. En años sucesivos se dieron continuas ampliaciones hasta que en 1890 se construyó la pequeña iglesia anglicana de San Jorge.


Igualmente yacen en el cementerio los restos del capitán, del ingeniero jefe y de los 60 marineros del barco-escuela "Gneiseau" de la Armada Imperial alemana, que naufragó frente a las costas malagueñas el 16 de diciembre de 1900.


Otros personajes ilustres del cementerio son el hispanista Gerald Brenan, el poeta Jorge Guillén y el autor finlandés Aarne Haapakoski.


Actualmente el cementerio sobrevive gracias a las donaciones de los visitantes.


Relato de mi visita al cementerio.

Al entrar allí, dejas el bullicioso centro de la ciudad malagueña mientras asciendes una empinada cuesta entre flores, árboles y viejas piedras hasta que te adentras en el más completo y tranquilo de los silencios. Su quietud no es de aquellas que te sobrecogen el corazón, sino que las que te sumen en un estado de profunda paz, y que todo lo inunda.






Las tumbas se dispersan aquí y allá, única cara de sus difuntos propietarios, mientras los pequeños tréboles y el paciente liquen se adhieren a su blanca piedra hasta apaciguar la fría roca y embellecerla.




Hay un cuidado desorden en el lugar, propiciado por la propia naturaleza. Mientras las lápidas yacen, los árboles y las flores crecen y se enroscan los unos sobre los otros, en una deliciosa armonía que se compone por si sola.




Maridos, esposas e hijos descansan entre las margaritas, los sauces y los gigantescos pinos. Los lechos blancos se tornan verdes, y las cruces celtas se alzan imperiosas entre las viejas ramas y las agujas de pino, que marcan un sendero rojo al caminante.




Y mientras dejas atrás al ángel que sujeta la cruz con una estrella en su frente, a los túmulos decorados con conchas de mar y a las docenas de cruces arropadas por las tranquilas flores, y los pequeños hongos de un blanco reluciente, te sientes marchar de un pequeño trozo de la Inglaterra victoriana mientras vuelves a la fluida vida de una ciudad costera del siglo XXI.



domingo, 26 de diciembre de 2010

Mis libros de estas Navidades.

Estoy de vacaciones, así que en estos días actualizaré el blog un poco menos que de costumbre, que aunque parezca que no, yo también tengo algo así como una vida en el mundo real XD. Esta semana no habrá Looks Inspiradores, pero antes de Año Nuevo haré uno sobre maquillaje.

En este post quería hablar de dos libros que me parecen interesantes para regalar o regalarse.

Título: Todos los cuentos de los Hermanos Grimm.
Autores: Hermanos Grimm.
Editorial: Rudolf Steiner y Mandala.
Precio: 20€ en la FNAC.

Hace un par de semanas, mientras escudriñaba mi viejo libro de Andersen, me di cuenta de que no conozco los verdaderos cuentos de los Hermanos Grimm. De muchos de ellos conozco la versión "edulcorada" de Disney, pero no el verdadero cuento. Mi madre me ha regalado este libro por Navidad. Son 700 páginas de cuentos, algunos de apenas dos páginas, otros más largos, que agrupan toda la obra de estos hermanos alemanes que dedicaron su vida a escribir cuentos para niños. Es una lectura amena, que puedes dejar y retormar en cualquier momento, y en ocasiones alejada del tinte infantil que pensamos que tiene.


Título: Moda 2. 25 Aniversario. Moda desde el siglo XVIII hasta la actualidad.
Autores: Varios artistas.
Editorial: Taschen.
Precio: 39, 99€ en la FNAC.

Este libro aún no lo tengo, pero en breve lo tendré pues me enamoré de él desde que lo vi. Son dos volúmenes enormes que tratan de la moda desde el siglo XVIII hasta nuestros días. Por tanto, abarca también mi período favorito, el XIX. Me encantan estos libros porque, a diferencia de las novelas, puedo leer un poco un día y no retomarlo en mucho tiempo sin perderme nada porque carece de línea argumental. Me interesa mucho el tema y siempre aprendo muchas cosas interesantes que luego aplico en otro de mis pasatiempos, la costura. Además, tengo muy buenas referencias sobre éste en concreto.